Hace 10 años… Gracias Martín

Hoy se cumplen 10 años de un gol y un partido cargado de historia. El 24 de mayo del 2000, Boca eliminó a River en los cuartos de final de la Copa Libertadores. El héroe de la jornada fue Martín Palermo.

Noche especial en la Bombonera. El Xeneize tenía que ganar para eliminar a River y acceder a las semifinales de la Copa Libertadores. Todo estaba preparado para una gran fiesta y Boca no defraudó. Una lluvia de goles ante el eterno rival le permitieron a Boca Juniors echarlo de la Copa. El ídolo y goleador Martín Palermo, marcó ese día otro hito en su carrera.



El 24 de mayo del 2000, Carlos Bianchi buscaba la corona de América. Para lograrlo tenía que pasar a River poniendo en el campo los siguientes nombres: Oscar Córdoba; Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Walter Salmuel, Rodolfo Arruabarrena; Julio Marchant, Christian Traverso, Gustavo Barros Schelotto, Juan Román Riquelme; Marcelo Delgado y Alfredo Moreno.



En el primer tiempo, el clima estaba tenso. Boca empataba 0 a 0 y así las cosas, pasaba River. A los 14 minutos del complemento, Delgado le devolvió el aire a la Bombonera y puso el 1 a 0. A solamente seis minutos del final, el partido se iba a los penales, pero a los 39 Román cambió un penal por gol desatando la locura en un estadio repleto.



Martín Palermo volvía de una lesión muy grave en sus ligamentos y la recuperación la hizo en tiempo récord. Declaraciones desafortunadas de Gallego, entonces DT de River, le dieron más magia a la noche. Palermo ingresó a 13 del final por Alfredo Moreno, su reemplazante natural. Ya con el 2 a 0 todos estábamos contentos, pero también todos queríamos el de Martín, quien todavía se encontraba algo falto de movimiento debido a tan penosa lesión.



En el minuto 90, como no podía ser de otra manera, Palermo hizo algo impensado. Escalada de Riquelme por izquierda, desborde de Seba y la pelota le quedó a Palermo dentro del área. Los defensores de River parecían clavados en el piso y el goleador, el que siempre mete uno, no defraudó aquella noche. Pelota al costado del arquero, clasificación asegurada y un 3 a 0 inolvidable. Llanto para Martín y de postre del 2000, Copa para Boca.